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OPM3: Modelo de maduración de capacidades de Gerencia de Proyectos para las organizaciones

Para diversas organizaciones tanto públicas como privadas, la gestión de proyectos es un vehículo natural para modelar su futuro y construirlo evolutivamente a partir del presente. Cuando una organización busca el desarrollo de capacidades que deriven en un desempeño sustentable de proyectos, estamos en presencia del concepto de Gestión Organizacional de Proyectos, e involucra también la Gestión de Programas y Gestión de Portafolios, como disciplinas conductoras para el logro de objetivos estratégicos y de negocio. Project Management Madurity Model (OPM3)

Modelo de Madurez Organizacional en Gestión de Proyectos

OPM3 ® es la abreviatura en inglés de Organizational Project Management Maturity Model o Modelo de Madurez Organizacional en Gestión de Proyectos.

Este  modelo desarrollado por el Project Management Institute (PMI®), permite medir la madurez de la organización comparando sus capacidades actuales versus el conjunto de buenas prácticas establecidos en los estándares del Project Management Body Of Knowledge  (PMBOK® 6ta edición), The Standard for Portfolio Management y The Standard for Program Management.

Dentro de los beneficios que podemos encontrar al ejecutar el OPM3®, se presentan:

Determinar con exactitud qué buenas prácticas se encuentran implantadas y cuales no.

Evaluar todos los componentes del sistema organizacional de proyectos, sin olvidar ninguno.

Decidir qué áreas mejorar y las medidas a aplicar en los diferentes dominios de gestión de la cartera de proyectos, de programas y portafolio, según la valoración obtenida y según lo desee la organización.

La implementación del OPM3 , se encuentra divida en tres etapas: 1) Conocimiento; 2) Evaluación y 3) Mejora Continua.  La primera etapa consiste en establecer las condiciones adecuadas para la implementación del modelo; la segunda  esta centrada en evaluar  el grado de aplicación de las buenas prácticas del estándar; y finalmente la tercera se enfoca en identificar ámbitos de mejora, aplicar las mejoras identificadas, para posteriormente volver a iniciar el proceso.

Finalmente, podemos ver que el real sentido de una evaluación de madurez, es obtener un análisis asertivo y global de la situación actual de la gestión organizacional de proyectos, el cual permita trazar un plan de mejoras que lleve al logro de mejores  objetivos de desempeño. Tendremos un proceso de mejora que desplegará valor continuo para el negocio,  demostrado en proyectos más exitosos con clientes más satisfechos, y por ende, personas  menos estresadas y más felices.